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Una de las tendencias laborales más extendidas del momento es la obtención de certificaciones oficiales que abalen contar con un expertise específico. Para ello, existen infinidad de entidades certificadoras que homologan este conocimiento técnico o buenas prácticas. El sector IT, es un buen ejemplo de ello. Empresas como Google, Cisco o Microsoft, están empezando a acreditar conocimientos sobre gestión de BBDD, seguridad de la información o marketing digital. Si hacemos foco en el ámbito de la gestión de proyectos, las dos certificaciones más conocidas son, PMP y PRINCE2. Ambas ofrecen un marco sobre cómo gestionar proyectos, aunque cuentan con algunas diferencias.

La certificación PMP (Project Management Professional) es ofrecida por la empresa PMI (Project Management Institute). Se trata de una organización americana sin ánimo de lucro que asocia a profesionales de la gestión de proyectos. Con la creación del PMBOK Guide, estos expertos en project management, definieron una serie de buenas prácticas aplicables a la mayoría de los proyectos. Basándose en su experiencia previa, asentaron las bases de lo que hoy en día es el libro en el que se fundamentan las certificaciones del PMI. Para obtener esta certificación, es necesario cumplir una serie de requisitos:
  • Título universitario de 4 años de duración
  • 36 meses de experiencia en gestión de proyectos
  • 35 horas lectivas sobre gestión de proyectos o certificación CAPM
O bien, estos otros requisitos:
  • Título de Educación Secundaria Obligatoria (o equivalente)
  • 60 meses de experiencia en gestión de proyectos
  • 35 horas lectivas sobre gestión de proyectos o certificación CAPM
Una vez obtenido el título, es necesario renovarlo cada tres años. La forma de renovarlo es a través de PDUs (Professional Development Units) que son horas dedicadas a formación a otros, educación o voluntariado.

Por otro lado, las certificaciones PRINCE2 provienen del acrónimo inglés PRojects IN Controlled Environments. Bajo petición del gobierno del Reino Unido, se creó este estándar de gestión proyectos con el objetivo de solucionar problemas comunes con los retrasos, baja calidad, desviaciones de presupuesto o de alcance de las entregas. Al igual que su homólogo, cuenta con un libro donde se recoge toda la metodología llamado “Éxito en la gestión de proyectos con PRINCE2”.

Existen dos niveles de certificación. Por un lado, se encuentra “Foundation” y, como nivel superior, tenemos “Practitioner”. Para obtener la certificación del nivel “Foundation” no hay ningún tipo de requisito. En el caso del nivel “Practitioner” es necesario contar previamente con alguna de las siguientes certificaciones:
  • Prince2 Foundation
  • PMP (Project Management Professional) o CAPM (Certified Associate in Project Management)
  • Project Management Qualification (PMQ) o Project Professional Qualification (PPQ)
  • IPMA niveles A/B/C/D
De igual forma, ambas certificaciones también tienen una caducidad de tres años. Pasado este tiempo, es necesario volver a hacer el examen o bien, permanecer suscrito a “My PRINCE2”.

Aunque existe un alto nivel de compatibilidad entre ambas certificaciones, hay algunas diferencias en cuanto a su uso en el mundo del project management:
  • Existen ciertas regiones geográficas donde se valora más positivamente contar con una certificación en vez de otra. Por ejemplo, en Estados Unidos prevalece PMP, mientras que en Europa es más reconocida PRINCE2 (aunque en España prime PMP). Aún así, en otros lugares como Asia, Oceanía y África son igualmente valorados.
  • El alcance de estos marcos de gestión de proyectos es muy parecido, existiendo pequeños matices que les diferencian. Por mencionar algunas diferencias, en el caso del PMBOK no se mencionan los requisitos previos a comenzar un proyecto, aspecto que sí se tiene en cuenta en PRINCE2. Sin embargo, PRINCE2 no ofrece ningún detalle sobre la gestión de los recursos humanos, aspecto que sí estudia PMP.
  • De igual forma, no existen requisitos previos para obtener la certificación PRINCE2 (nivel "Foundation"). Sí existiendo en el caso de PMP (como se ha mencionado anteriormente).
Resulta complicado generalizar lo suficiente como para poder discernir sobre cuál es la mejor certificación, ya que ambas son igualmente válidas y usadas por miles de profesionales. Por esta razón, no resulta extraño que cada vez más gente opte por obtener ambas. Al fin y al cabo, ¿quién quiere elegir cuando se puede tener todo?
 

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