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20 julio 2022

Crisis de talento, construir una casa y low-code, ¿qué tienen que ver entre sí?

Casa
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Desde hace tiempo, vengo escuchando en mi entorno hablar, cada vez más, sobre la escasez de talento que existe en el mercado de TI.

Cuando digo desde hace tiempo, me remito al año 2012 cuando en Chile ya se hablaba de un déficit de 3.000 profesionales por año dentro de las principales organizaciones de referencia de la industria local (Asociaciones Gremiales, Universidades, Instituciones del estado, entre otras).

Mi hijo terminó la enseñanza media en 2016 y recuerdo que me sorprendió que en toda su generación ni uno solo de sus compañeros (él tampoco) se hubiera interesado por seguir una carrera informática. Pese a que estamos ante las llamadas “generaciones nativas digitales”, no parece haber gran interés en profundizar en la generación de herramientas tecnológicas sino solamente en ser usuarios, esa fue mi rápida conclusión.

Con la pandemia, se produjo el aceleramiento de la -bastante trillada- transformación digital, que obligó a prácticamente todas las empresas a adaptar sus negocios a otras formas de operar, tecnología mediante.

El tema es que no todas las empresas sabían cómo hacerlo y al necesitarlo, comprendieron que esta transformación ya no tenía marcha atrás y que debían actuar o quedarse fuera del negocio.

Actuar significó encarar, en mayor o menor medida, algún proceso de transformación digital, con lo cual la presión por conseguir recursos calificados se incrementó y las necesidades de contar con equipos de programación ágiles se volvió crítica pero… ¿Dónde conseguir los recursos, si hay escasez?

Una de las alternativas fue -y es- la de utilizar servicios de “Staff Augmentation”, incorporando perfiles de programación externos o células “agiles”, o sea sumar perfiles ajenos a la empresa (el “body shopping” de otras épocas). Pero no hay una varita mágica para crear recursos de la nada, por lo cual es una solución a medias, o para tener un recurso cuando hay escasez, hay que quitárselo a alguien.

Hace 5 años comencé a estudiar y utilizar herramientas No Code, que son aplicaciones que permiten crear soluciones sin necesidad de programar y debo decir que en estos años me han sido de gran utilidad, donde personalmente he creado herramientas de valor para las empresas que he dirigido, tales como CRM, Gestión de OKR, Cuadros de Mando Integrales, Automatización de procesos de compras, procesos de gestión de Personas, y muchas más.

Hoy en día las sigo utilizando y aplicando, incluso para gestión de mi información personal como el registro de mantenimiento de mi automóvil o las historias clínicas de mi familia, casi a modo de hobby, pero me hacen la vida más fácil.

Y de las herramientas No Code hoy me encuentro inmerso en las herramientas low-code, siempre con el afán de optimizar los recursos (escasos) de las empresas que me toca dirigir.

Cuando era programador (muchos años atrás) siempre consideré que construir una aplicación era como construir una casa y a pesar de que había muchas opiniones en contrario, aún sigo creyendo que hay muchas similitudes. (alcance, planificación, recursos, plazos, entregables, etc.).

Si hoy tenemos escasez de recursos de TI, no solo a nivel local sino mundial, ¿cómo harán las empresas para construir las aplicaciones que necesitan para los tiempos que corren?

Si hacemos la comparación con la construcción de una casa, mientras que en la construcción tradicional tenemos ladrillos, arena, cemento con procesos semiautomatizados y bastante mano de obra manual, las técnicas de construcción más recientes permiten tener piezas prefabricadas como paneles, muros enteros e incluso techos para optimizar la construcción con claros costos inferiores y mejores plazos, además de reducir la mano de obra. El concepto principal es ensamblar partes ya construidas.

Pues bien, considero que las herramientas low-code tienen una similitud con esto último, optimizar el “time to market” de las aplicaciones y reducir los costes, permitiendo tener prototipos o pruebas de concepto en plazos relativamente cortos mediante elementos ya “prefabricados”.

¿Por qué utilizarlas? Porque hoy estas plataformas han evolucionado lo suficiente como para poder crear aplicaciones robustas que soporten las necesidades de negocio sin comprometer calidad o rendimiento, con las consiguientes ventajas para las empresas:

  • Menores tiempos de desarrollo
  • Menores costos en el mediano y largo plazo
  • Escaso mantenimiento
  • Ahorro de infraestructura, son servicios en la nube
  • En algunos casos, no quedar cautivos de un producto
  • Ahorros en mantenimiento de sistemas operativos, parches, seguridad, etc.
  • Pago por uso

Pero lo más importante en mi opinión es la facilidad para re-educar recursos que pueden haber quedado obsoletos o educar usuarios avanzados que pueden llegar a desarrollar sus propias aplicaciones. ¡Si no hay suficientes recursos capacitados hay que crearlos! Y en ese sentido el coste y el plazo de tener un desarrollador low-code con capacidad de producir es muy inferior al del costo del programador tradicional.

Existen muchas empresas que han comenzado a utilizar estas herramientas como framework para sus aplicaciones corporativas, lo cual no es algo que se realice de un día para otro, sino que requiere de una planificación y una estrategia de sistemas que cambiará la forma de trabajo pero que, sin duda, es la manera de optimizar recursos y reducir la necesidad de ese talento que escasea.

La adopción es parte de un proceso que debe alinearse con la estrategia de la empresa y no como una moda, las herramientas low-code son solo un medio para gestionar la transformación digital.

En Latinoamérica el camino acaba de empezar, pero por ejemplo, para 2025 Gartner plantea que a nivel mundial el 60% de las aplicaciones estarán construidas con herramientas low-code.

En Babel estamos creando una comunidad de low-code en latinoamérica para aprender, compartir conocimientos, transformar antiguas aplicaciones y crear soluciones novedosas e invito a quienes estén interesados a sumarse con nosotros a esta desafiante iniciativa.

Luis Cuezzo
Luis Cuezzo

Gerenal Manager Babel Chile

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