13 noviembre 2023
BABEL - Corporativo, Personas
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Trotamundos, exploradora, aventurera, excursionista, viajera… son algunos de los términos que definen a nuestra nueva TalentUs, Almudena Parra Cardeña, Development Project leader en BABEL.
Su afición por los viajes comenzó desde muy pequeña cuando con sus padres comenzó a conocer gran parte de la geografía española. Poco a poco su curiosidad fue a más y decidió viajar por todo el mundo para empaparse de nuevas culturas y disfrutar de nuevos paisajes.
¡Abróchense los cinturones que comienza la aventura!
Pregunta. ¿Cómo y cuándo empezó tu afición por los viajes?
Respuesta. Recuerdo cuando era niña que viajaba mucho con mis padres por toda España y, además, hacíamos muchas excursiones a la montaña casi todos los findes de semana. Poco a poco fui creciendo y empezando a hacer viajes sin ellos, aunque de vez en cuando seguimos haciendo excursiones juntos. El primer destino que visité fuera de Europa y que para mí fue muy importante fue Vietnam.
Después, mi pareja y yo nos empezamos a viajar por Sri Lanka, India, Jordania, Palestina… Todavía no conocemos nada de América del Sur y es un lugar que tenemos pendiente de visitar, entre muchos otros, cuando pase la pandemia.
P. De todos los viajes que has realizado, ¿cuál ha sido el que más te ha aportado?
R. Nepal sin duda. Hemos viajado allí durante 3 años consecutivos y sé que volveremos de nuevo.
El primer año comenzamos el trekking al campo base de Annapurna, pero no teníamos días suficientes para realizarlo y nos tuvimos que ir sin terminarlo. Se nos quedó una espinita clavada y al año siguiente decidimos volver para completarlo. Ese año en Nepal hizo una temporada muy mala de tormentas y frío y estando allí, decidimos cruzar la frontera e ir a India, donde había una ola de calor. Pasamos de un extremo al otro.
En 2018 conseguimos terminarlo y es una experiencia increíble. Estar en el campo base del Annapurna después de 6-7 días caminando en plena naturaleza rodeados de montañas de más de 8000 metros de altura es algo indescriptible. Pasamos allí una noche disfrutando del cielo estrellado con temperaturas por debajo de los 10 grados bajo cero, nunca volveré a ver un cielo así.
Nepal es un país que nos gusta mucho por su entorno y naturaleza, pero sobre todo por la gente que vive allí. Los nepalíes son personas adorables y muy serviciales, te ayudan con lo que sea e incluso te invitan a su casa sin conocerte. Seguimos manteniendo amistad con algunos de ellos.
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P. ¿Lo repetirías una y otra vez?
R. Por supuesto. Queremos volver por cuarta vez para poder hacer el trekking al campo base del Everest. Me gustaría hacerlo acompañada de mi hijo para que conozca el país, pero, sobre todo, para que pueda relacionarse con los niños que viven allí porque empaparse de otras culturas desde pequeño es algo muy bueno.
P. Alguna anécdota viajera…
R. El último viaje que hicimos fue a Alaska y allí, estuvimos haciendo excursiones por los glaciares y visitamos un parque natural donde podías caminar al lado de osos grizzlies. En un momento dado, vimos como delante nuestra teníamos a un oso pescando unos salmones y detrás otros dos osos jugando. De repente el oso que estaba pescando comenzó a correr hacía nosotros, el guía nos dijo que no nos moviésemos y yo pensé: estos osos que están jugando son sus hijos y cree que les vamos a hacer algo, ¡nos va a atacar! Pero no, es que vio un salmón más grande en el otro lado y corría a por él. Pasé mucho miedo, pero es una experiencia que hay que vivir una vez en la vida.
R. Es una sensación muy chula. La primera vez que lo practiqué lo hice muy bien y me gustó tanto que ahora estoy haciendo un curso para mejorar mi vuelo. Aprendes a cómo tener conciencia y control sobre tu propio cuerpo y a saber que, si mueves un poco el brazo, tu vuelo va a cambiar completamente. Es un curso que no tiene fin porque siempre puedes hacer algo nuevo.
Eso sí, es un deporte que cansa mucho porque mantener la postura con el aire de frente a 160 km/h, agota. No es cómo hacer pesas, pero parecido, las agujetas salen igual.
Túnel de viento Windobona 2021
P. ¿Próximas aventuras?
R. Siempre estamos pensado en cuál va a ser el siguiente viaje o la siguiente aventura que podemos hacer.
Hace poco hicimos salto tándem en Castellón y es una experiencia muy recomendable. Mientras caes al vacío a más de 4000 pies poder ver el mar y la montaña es muy guay.
De momento mientras dure la pandemia seguiremos practicando el vuelo en el túnel de viento y cuando se pueda, seguiremos conociendo el mundo.
Su afición por los viajes comenzó desde muy pequeña cuando con sus padres comenzó a conocer gran parte de la geografía española. Poco a poco su curiosidad fue a más y decidió viajar por todo el mundo para empaparse de nuevas culturas y disfrutar de nuevos paisajes.
¡Abróchense los cinturones que comienza la aventura!
Pregunta. ¿Cómo y cuándo empezó tu afición por los viajes?
Respuesta. Recuerdo cuando era niña que viajaba mucho con mis padres por toda España y, además, hacíamos muchas excursiones a la montaña casi todos los findes de semana. Poco a poco fui creciendo y empezando a hacer viajes sin ellos, aunque de vez en cuando seguimos haciendo excursiones juntos. El primer destino que visité fuera de Europa y que para mí fue muy importante fue Vietnam.
Después, mi pareja y yo nos empezamos a viajar por Sri Lanka, India, Jordania, Palestina… Todavía no conocemos nada de América del Sur y es un lugar que tenemos pendiente de visitar, entre muchos otros, cuando pase la pandemia.
P. De todos los viajes que has realizado, ¿cuál ha sido el que más te ha aportado?
R. Nepal sin duda. Hemos viajado allí durante 3 años consecutivos y sé que volveremos de nuevo.
El primer año comenzamos el trekking al campo base de Annapurna, pero no teníamos días suficientes para realizarlo y nos tuvimos que ir sin terminarlo. Se nos quedó una espinita clavada y al año siguiente decidimos volver para completarlo. Ese año en Nepal hizo una temporada muy mala de tormentas y frío y estando allí, decidimos cruzar la frontera e ir a India, donde había una ola de calor. Pasamos de un extremo al otro.
En 2018 conseguimos terminarlo y es una experiencia increíble. Estar en el campo base del Annapurna después de 6-7 días caminando en plena naturaleza rodeados de montañas de más de 8000 metros de altura es algo indescriptible. Pasamos allí una noche disfrutando del cielo estrellado con temperaturas por debajo de los 10 grados bajo cero, nunca volveré a ver un cielo así.
Nepal es un país que nos gusta mucho por su entorno y naturaleza, pero sobre todo por la gente que vive allí. Los nepalíes son personas adorables y muy serviciales, te ayudan con lo que sea e incluso te invitan a su casa sin conocerte. Seguimos manteniendo amistad con algunos de ellos.
Annapurna Base Camp 2018
P. ¿Lo repetirías una y otra vez?
R. Por supuesto. Queremos volver por cuarta vez para poder hacer el trekking al campo base del Everest. Me gustaría hacerlo acompañada de mi hijo para que conozca el país, pero, sobre todo, para que pueda relacionarse con los niños que viven allí porque empaparse de otras culturas desde pequeño es algo muy bueno.
P. Alguna anécdota viajera…
R. El último viaje que hicimos fue a Alaska y allí, estuvimos haciendo excursiones por los glaciares y visitamos un parque natural donde podías caminar al lado de osos grizzlies. En un momento dado, vimos como delante nuestra teníamos a un oso pescando unos salmones y detrás otros dos osos jugando. De repente el oso que estaba pescando comenzó a correr hacía nosotros, el guía nos dijo que no nos moviésemos y yo pensé: estos osos que están jugando son sus hijos y cree que les vamos a hacer algo, ¡nos va a atacar! Pero no, es que vio un salmón más grande en el otro lado y corría a por él. Pasé mucho miedo, pero es una experiencia que hay que vivir una vez en la vida.
Excursión para ver osos grizzlies. Alaska 2019
P. Nos has comentado que has comenzado a “volar” en el túnel de viento. ¿Cómo es esta experiencia?
R. Es una sensación muy chula. La primera vez que lo practiqué lo hice muy bien y me gustó tanto que ahora estoy haciendo un curso para mejorar mi vuelo. Aprendes a cómo tener conciencia y control sobre tu propio cuerpo y a saber que, si mueves un poco el brazo, tu vuelo va a cambiar completamente. Es un curso que no tiene fin porque siempre puedes hacer algo nuevo.
Eso sí, es un deporte que cansa mucho porque mantener la postura con el aire de frente a 160 km/h, agota. No es cómo hacer pesas, pero parecido, las agujetas salen igual.
Túnel de viento Windobona 2021
P. ¿Próximas aventuras?
R. Siempre estamos pensado en cuál va a ser el siguiente viaje o la siguiente aventura que podemos hacer.
Hace poco hicimos salto tándem en Castellón y es una experiencia muy recomendable. Mientras caes al vacío a más de 4000 pies poder ver el mar y la montaña es muy guay.
De momento mientras dure la pandemia seguiremos practicando el vuelo en el túnel de viento y cuando se pueda, seguiremos conociendo el mundo.
María López
Periodista en el departamento de Marketing y Comunicación de Babel.
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