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Vacaciones: Del latín vacatio. Descanso temporal de una actividad habitual, principalmente del trabajo remunerado o de los estudios. ¿A quién no le gusta disfrutar de sus vacaciones? Desconectar, realizar actividades nuevas, estar con nuestros seres queridos, quedarnos en casa con pizza y Netflix…

Al fin y al cabo, el objetivo del descanso vacacional es el de recargar pilas, romper con la rutina y regresar al trabajo con las mismas ganas que el día en el que nos incorporamos a BABEL. Sí, ese mismo día en el que nos explicaron cómo se gestionan aquí las vacaciones.

En BABEL las vacaciones se gestionan a través de un novedoso sistema de puntos, ¿recuerdas los Días azules de Renfe? Pues de ahí viene la idea.  Pero, ¿qué significa que mis vacaciones se gestionan  por puntos? ¿Qué sentido tiene hacerlo así? ¿Cuántos días de vacaciones tendré finalmente? Muy sencillo.

Todos los empleados de BABEL contamos con una serie de unidades vacacionales, y si juegas bien con los días que eliges y sus pesos, puedes llegar a ampliar tus días naturales de vacaciones, superando por bastante al número de días que la mayoría de las empresas ofrece a sus empleados.

En el calendario laboral de BABEL no todos los días tienen el mismo peso vacacional. Los días “normales” tienen un peso concreto, debido a la mayor carga de trabajo que se suele dar en ese período. Adicionalmente a éstos también nos encontraremos con días “especiales” tales como viernes, vísperas de festivos, Navidades, Semana Santa, verano… en los cuales al haber una carga de trabajo inferior éstos cuentan con un peso vacacional inferior.

 De este modo podemos escoger los días que mejor nos vengan  y  dependiendo de los días seleccionados podremos estirar nuestras vacaciones, una idea perfecta para conseguir conciliar vida laboral y personal.

¿Pero por qué lo hacemos así? A través de este sistema empleado y empresa salen beneficiados, basando su relación en un win-win. Por un lado la empresa se beneficia de que los empleados cojan más vacaciones en días con menor carga de trabajo y por otro lado los empleados obtienen más días de vacaciones, ¡todos salimos ganando!

Este es un claro ejemplo de que, aunque a priori parezca complicado, es posible seguir innovando en el área de RRHH, porque no olvidemos que el bien más preciado de una empresa son sus empleados y el deber de ésta es el de cuidarlos.
 

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