Saltar al contenido



Desde su constitución en 2003, BABEL ha funcionado bajo el modelo de partnership, es decir, haciendo partícipes a algunos trabajadores del incremento de valor de la compañía. La experiencia nos enseña que las firmas que ofrecen los servicios de profesionales altamente cualificados funcionan muy bien con este modelo: crecen rápido, son rentables, ofrecen carreras profesionales atractivas y suelen generar un entorno de trabajo que es a la vez colaborativo y estimulante.

Pero no me quiero referir aquí a estos beneficios, sino al valor económico que supone poseer una parte de la empresa en la que uno trabaja. Ese valor se concreta por dos vías: el dividendo y el incremento patrimonial en caso de venta. Aunque algunas sociedades con tasas de crecimiento altas reinvierten todo su beneficio, en BABEL hemos seguido la política de repartir dividendo año tras año, ya que nuestra estrategia es maximizar esta vía de retribución al socio, haciéndola sólida y creciente. El incremento patrimonial solo se materializa en caso de salida de la compañía, lo cual no deja de ser un evento poco frecuente.

No obstante, siempre ha estado en nuestro ánimo incrementar progresivamente la liquidez de las participaciones de nuestra sociedad. Actualmente existe un valor de venta garantizado, que cada año se calcula y aprueba en la Junta General, con el que la empresa paga las participaciones de los socios salientes. Se trata de un nivel de liquidez similar al de la propia vivienda, que solo se puede materializar si uno sale de ella. Hace un par de años habilitamos también un mecanismo extraordinario para socios que necesitaran dinero con urgencia, que permite vender una parte de la propiedad con una cierta penalización sin necesidad de abandonar la compañía.

El paso definitivo en la liquidez será la cotización en mercados organizados. Varias bolsas europeas ofrecen esta posibilidad para empresas de tamaño medio como la nuestra. La salida al mercado tiene varias ventajas:

  • El mencionado incremento de liquidez no solo es interesante en sí mismo, sino que aumenta el valor de la propiedad: lo que se puede vender de forma sencilla vale automáticamente más.
  • El mercado de capitales es una fuente accesible de recursos para la expansión. Hasta la fecha, BABEL ha crecido únicamente con sus propios fondos, que han salido de la inversión de los socios y de los beneficios no repartidos. Casi no hemos utilizado financiación bancaria. Pero si en el futuro quisiéramos abordar una expansión más decidida, incluyendo inversiones en nuevos mercados y operaciones inorgánicas (compra de otras empresas), quizá necesitáramos más dinero del que tenemos, que bien podría salir de una ampliación de capital en bolsa.
  • El valor económico de nuestra empresa es actualmente incierto. Nosotros lo calculamos año tras año, pero nada nos asegura que la cifra que obtenemos sea un valor real de mercado. Si cotizáramos en un mercado organizado, sí tendríamos un importe de referencia, que es la capitalización bursátil. Ese importe simplificaría mucho las cosas si quisiéramos acometer operaciones como la fusión con una firma de tamaño similar a la nuestra, ya que tendríamos una idea clara y justificada del valor de nuestra aportación.
  • La cotización en los mercados organizados impone un nivel muy elevado de rigor y transparencia en las cuentas. Nosotros alcanzamos holgadamente ese nivel, pero de esta forma nuestro esfuerzo estaría oficialmente acreditado y serviría para reforzar nuestra imagen de seriedad y solvencia.

La salida de BABEL a un mercado organizado es hoy más una idea que un plan concreto. No solo no se han planteado fechas, sino que ni siquiera se ha valorado cuál sería el adecuado. Las opciones principales son dos: el Mercado Alternativo Bursátil de BME (la sociedad que gestiona las bolsas españolas) y alguno de los mercados para compañías medianas de Euronext (la sociedad que gestiona, entre otras, las bolsas de París, Ámsterdam, Bruselas, y Lisboa).

Euronext lleva a cabo anualmente un programa de formación en mercado de capitales de diez meses de duración, dirigido a compañías que estén valorando una salida a cotizar. El programa se llama TechShare y este año participan en él unas ciento treinta y cinco empresas de toda Europa, previamente seleccionadas por Euronext. BABEL ha sido una de ellas, junto a otras nueve firmas españolas de sectores como el biosanitario, la gestión de datos, el software y los servicios tecnológicos. El programa dio comienzo con un seminario de dos días en las instalaciones de la escuela de negocios parisina HEC, cerca de Versalles, en el que tuve ocasión de participar. 


Más detalles sobre el programa de formación TechShare de Euronext:

Más de 10 empresas españolas se preparan para debutar en Euronext, Cinco Días

Euronext TechShare 2018-2019 | Kick-off campus at HEC Paris​

Salvador Fontán
Salvador Fontán

Soy ingeniero en informática por la Politécnica de Madrid. Pese a ello, fundé BABEL en 2003 con otros socios, con el objetivo de construir una compañía que fuera propiedad de muchos de sus integrantes y proyecto profesional de todos. Desde mi posición de Presidente no ejecutivo, estoy satisfecho de los que hemos hecho, pero sobre todo muy ilusionado por lo que vamos a hacer en el futuro.

logo linkedin compartir en Linkedin Contacto

Otros artículos destacados