13 noviembre 2023
BABEL - Corporativo, Personas
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Amante del ciclismo, organizador y corredor de carreras en Team ALG Fisio, nos confiesa que además se considera un “AFOL” (Adult Fan Of Lego), teniendo construido en el trastero de su casa una ciudad completa de Lego. Así es nuestro TalentUs Sergio Merino, miembro del proyecto Seguridad Social (INSS e IGSS) en BABEL.
Por si fuera poco, compagina todas sus aficiones con el cuidado de 6 hijos, a los que poco a poco les intenta inculcar su afición por el ciclismo y los Lego, ¿qué más podemos esperar?
¡Conozcamos un poco más acerca de la vida de Sergio!
Pregunta. ¿Cómo comenzó tu afición por el ciclismo?
Respuesta. Robándole la bici a mi tío. Cuando tenía 10 años, mi tío se compró una bicicleta hecha a medida que era impresionante y en el verano cuando él salía por la noche y aprovechaba las mañanas para descansar, yo cogía a hurtadillas su bicicleta y me escapaba con ella por el pueblo. Poco a poco me fui aficionando a coger la bicicleta hasta convertirse en una de mis grandes pasiones.
Hace unos años mi tío falleció y ahora tengo aquella bicicleta guardada en casa con un especial cariño porque con ella empezó todo.
P. ¿Qué carrera te haría especial ilusión realizar?
R. Me encantaría poder realizar la Alpen Brevet, que se celebra en Suiza. Es una carrera que consta de 320 km, con 6 puertos y con casi 8.500 metros de desnivel. Si consigues terminarla ya te puedes dar como ganador.
P. Cuando algún tramo de la carrera se te hace muy difícil, ¿qué es lo que te impulsa a seguir?
R. El amor propio. Antes caer que poner el pie a tierra. Es una motivación, tan solo una vez he puesto pie en tierra y fue porque me dio una insolación con la que acabé en la ambulancia.
Cuando haces una carrera no es solo ese momento, sino que detrás llevas mucho sacrificio, muchos kilómetros y mucho esfuerzo. No te puedes rendir, tienes que intentar terminarla como puedas.
P. ¿Cómo compaginas tu trabajo en BABEL con la gestión-dirección de un equipo de competición y la organización de carreras?
R. Quitándole horas al sueño. Afortunadamente el teletrabajo me permite organizarme mucho mejor e intentar compaginar BABEL con el ciclismo, pero aun así por la noche es cuando más tiempo le dedico.
P. ¿Y cómo lo haces para entrenar?
R. Yo soy un ciclista nocturno desde hace muchos años. A las diez de la noche cojo la bicicleta y me voy a hacer kilómetros. Tengo la ventaja de que vivo en una ciudad donde existe un carril bici muy bien iluminado y puedo hacer esto independientemente de la hora que sea.
P. Algún momento inolvidable…
R. En el 2007 fui a los Alpes a realizar La Marmotte, una marcha muy dura de 180 kms y con 5.500 metros de desnivel, pero a los 20 km me tuve que bajar de la bicicleta porque tenía grandes dolores en la rodilla.
Tenía esta carrera entre ceja y ceja y en el 2008 lo volví a intentar. De los 10.000 participantes a nivel europeo quedé entre los 100 primeros. Cuando llegué al hotel tras terminar recuerdo echarme a llorar del esfuerzo que realicé. Acabé destrozado física y mentalmente, pero fue una pasada. Creo que ha sido mi mayor logro.
P. Nos has comentado que te consideras un AFOL (Adult Fan of Lego) ¿De dónde viene tu afición por los Lego?
R. Cuando era pequeño mis padres en cualquier celebración especial siempre me regalaban un Lego. Después fui creciendo y dejé esto un poco apartado como unos 10 o 15 años. Cuando tuve a mis hijos la afición regresó y ya no paro.
Ahora voy a comenzar a hacer una catedral de 20.000 piezas, con la que creo que tardaré entre dos o tres años en recopilar todas esas piezas y unos seis meses en montarla.
P. ¿Cuál ha sido el Lego que más te ha costado montar?
R. El Arco del Triunfo sin duda. Fueron 12.000 piezas y tardé en hacerlo 2 meses, pero en recopilar las piezas más de un año. Es muy complicado encontrar los ladrillos del color exacto que necesitas, hay veces que se los compras a gente de Alemania, Estados Unidos, Australia… Es un hobbie que necesita mucha paciencia, no hay que correr, es lo que tardes.
P. ¿Quiénes montan más Legos, tus hijos o tú?
R. Mis hijos. He conseguido transmitirles esta pasión y tienen una barbaridad de Lego con los que juegan muchísimo. A mí me gustaría poder dedicarle más tiempo porque me gusta mucho, pero entre el trabajo, la bici y el cuidado de 6 hijos es complicado.
Espero que dentro de 20 años cuando echen la vista atrás recuerden que sus juguetes de la infancia eran los Lego.
Por si fuera poco, compagina todas sus aficiones con el cuidado de 6 hijos, a los que poco a poco les intenta inculcar su afición por el ciclismo y los Lego, ¿qué más podemos esperar?
¡Conozcamos un poco más acerca de la vida de Sergio!
Pregunta. ¿Cómo comenzó tu afición por el ciclismo?
Respuesta. Robándole la bici a mi tío. Cuando tenía 10 años, mi tío se compró una bicicleta hecha a medida que era impresionante y en el verano cuando él salía por la noche y aprovechaba las mañanas para descansar, yo cogía a hurtadillas su bicicleta y me escapaba con ella por el pueblo. Poco a poco me fui aficionando a coger la bicicleta hasta convertirse en una de mis grandes pasiones.
Hace unos años mi tío falleció y ahora tengo aquella bicicleta guardada en casa con un especial cariño porque con ella empezó todo.
R. Me encantaría poder realizar la Alpen Brevet, que se celebra en Suiza. Es una carrera que consta de 320 km, con 6 puertos y con casi 8.500 metros de desnivel. Si consigues terminarla ya te puedes dar como ganador.
R. El amor propio. Antes caer que poner el pie a tierra. Es una motivación, tan solo una vez he puesto pie en tierra y fue porque me dio una insolación con la que acabé en la ambulancia.
Cuando haces una carrera no es solo ese momento, sino que detrás llevas mucho sacrificio, muchos kilómetros y mucho esfuerzo. No te puedes rendir, tienes que intentar terminarla como puedas.
R. Quitándole horas al sueño. Afortunadamente el teletrabajo me permite organizarme mucho mejor e intentar compaginar BABEL con el ciclismo, pero aun así por la noche es cuando más tiempo le dedico.
P. ¿Y cómo lo haces para entrenar?
R. Yo soy un ciclista nocturno desde hace muchos años. A las diez de la noche cojo la bicicleta y me voy a hacer kilómetros. Tengo la ventaja de que vivo en una ciudad donde existe un carril bici muy bien iluminado y puedo hacer esto independientemente de la hora que sea.
R. En el 2007 fui a los Alpes a realizar La Marmotte, una marcha muy dura de 180 kms y con 5.500 metros de desnivel, pero a los 20 km me tuve que bajar de la bicicleta porque tenía grandes dolores en la rodilla.
Tenía esta carrera entre ceja y ceja y en el 2008 lo volví a intentar. De los 10.000 participantes a nivel europeo quedé entre los 100 primeros. Cuando llegué al hotel tras terminar recuerdo echarme a llorar del esfuerzo que realicé. Acabé destrozado física y mentalmente, pero fue una pasada. Creo que ha sido mi mayor logro.
P. Nos has comentado que te consideras un AFOL (Adult Fan of Lego) ¿De dónde viene tu afición por los Lego?
R. Cuando era pequeño mis padres en cualquier celebración especial siempre me regalaban un Lego. Después fui creciendo y dejé esto un poco apartado como unos 10 o 15 años. Cuando tuve a mis hijos la afición regresó y ya no paro.
Ahora voy a comenzar a hacer una catedral de 20.000 piezas, con la que creo que tardaré entre dos o tres años en recopilar todas esas piezas y unos seis meses en montarla.
P. ¿Cuál ha sido el Lego que más te ha costado montar?
R. El Arco del Triunfo sin duda. Fueron 12.000 piezas y tardé en hacerlo 2 meses, pero en recopilar las piezas más de un año. Es muy complicado encontrar los ladrillos del color exacto que necesitas, hay veces que se los compras a gente de Alemania, Estados Unidos, Australia… Es un hobbie que necesita mucha paciencia, no hay que correr, es lo que tardes.
R. Mis hijos. He conseguido transmitirles esta pasión y tienen una barbaridad de Lego con los que juegan muchísimo. A mí me gustaría poder dedicarle más tiempo porque me gusta mucho, pero entre el trabajo, la bici y el cuidado de 6 hijos es complicado.
Espero que dentro de 20 años cuando echen la vista atrás recuerden que sus juguetes de la infancia eran los Lego.
María López
Periodista en el departamento de Marketing y Comunicación de Babel.
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