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Nos hemos acostumbrado en estos últimos años a que cada vez sea más frecuente la aparición y ocurrencia de eventos meteorológicos extremos. Lluvias torrenciales, inundaciones, vientos extremos, borrasca fría …. El uso de términos como la DANA o la ola de calor se han instalado de manera habitual en las noticias y tertulias de los medios de comunicación.

900 millones de euros al año son las pérdidas económicas estimadas por este tipo de fenómenos en España, según el informe sobre el Índice de Riesgo Climático Global 2021 (IRC) publicado por Germanwatch para el periodo 2000 a 2019. España ocupa el octavo puesto en muertes anuales por este tipo de fenómenos, el decimoprimero respecto a las muertes por cada 100.000 habitantes, y es el vigesimotercer país en cuanto a las pérdidas económicas.

Y este año solo por los efectos provocados por la borrasca Filomena se estima que estas pérdidas sean mucho mas elevadas.

¿Y cuál es el impacto que tienen estos fenómenos para el sector asegurador?

En 2019, la DANA provocó 70.000 siniestros comunicados a las compañías aseguradoras y un coste económico de 453 millones de euros. Las inundaciones en Valencia el pasado mes de noviembre provocaron 14.000 siniestros y un coste para el sector cercano a los 100 millones de euros.

El impacto económico que tiene para el sector este tipo de fenómenos meteorológicos es enorme. Y aunque algunos de estos eventos puedan llegar a ser cubiertos por el estado a través del Consorcio de Compensación de Seguros, la realidad es que el impacto final para las compañías sigue siendo muy elevado.

Y las previsiones para los próximos años son incluso peores, puesto que como consecuencia del cambio climático se prevé una mayor frecuencia en la aparición de este tipo de eventos.

¿Cómo puede el sector asegurador enfrentarse a esta situación?

Las compañías aseguradoras, y el sector en general, necesitan apoyarse en modelos de información que les permitan evaluar adecuadamente los riesgos y su exposición ante este tipo de fenómenos.

De manera general, las compañías aseguradoras vienen utilizando información histórica e informes que les proporciona la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) de cara a la elaboración de modelos propios que les permiten evaluar su exposición ante este tipo de riesgos. Este tipo de modelos suele ser utilizado por las mismas con vistas a identificar si los eventos ocurridos son o no consorciables (la indemnización correspondiente debe ser asumida por el Consorcio de Compensación de Seguros o no), y por lo general, suelen carecer de un nivel de profundidad adecuado de cara a discriminar su exposición real al riesgo.

Obviamente, no está igualmente expuesto ante una inundación un local o vivienda que se encuentre en la vereda de un rio o el que está en la parte alta de una colina, aunque su geolocalización sea próxima o cercana.

Existen múltiples fuentes de información que pueden ser objeto de análisis y nos ayudan en la evaluación y adecuada cualificación de los riesgos. El estudio orográfico del terreno, de los tipos de suelo, análisis de las cuencas y microcuencas hidrográficas, las densidades poblacionales, la información del catastro son ejemplos de datos a nuestra disposición y que con un adecuado modelo nos pueden ofrecer un resultado mucho más preciso.

Desde BABEL, llevamos tiempo trabajando, tanto internamente como con nuestros clientes, en la elaboración y preparación de modelos analíticos avanzados que nos permitan conocer de una manera más ajustada el nivel real de exposición ante este tipo de fenómenos.

Para ello, además de apoyarnos en el uso y explotación de algunas de las fuentes de información mencionadas anteriormente, hemos implementado modelos predictivos avanzados que nos permiten estimar la probabilidad de ocurrencia futura de estos eventos meteorológicos extremos, así como proporcionar un rating de scoring avanzado a cada riesgo evaluado.

Igualmente, el acceso a este tipo de modelos ha estado restringido hasta la fecha, casi en exclusiva, a aquellas compañías que contaban con la capacidad y los recursos para disponer de esta información y explotarla.

Con METEO facilitamos a cualquier compañía o negocio el acceso a esta información de manera sencilla y simple.

Habilitamos la posibilidad de disponer de modelos avanzados de evaluación de riesgos meteorológicos extremos e integrarlos en cualquiera de los procesos de negocio de una compañía.

Con nuestra API podrás evaluar el nivel de exposición ante fenómenos meteorológicos de tu cartera de pólizas, mejorar tus procesos de selección de riesgos, sofisticar el pricing de tus productos, o anticipar y prevenir la posible ocurrencia de siniestros.

¿Está tu negocio expuesto ante este tipo de eventos? ¿estás interesado en conocer más? Entra en https://meteo.babel.es/ y consulta en tiempo real la exposición al riesgo para tu negocio.

 
Jesús Marco López
Jesús Marco López

Head of Insurance & Health en BABEL.

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