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Quiero empezar este blog con una pregunta que nos venimos haciendo los que llevamos trabajando codo con codo con entidades financieras desde hace unos años: ¿Hoy día los bancos son grandes empresas tecnológicas que ofrecen servicios financieros?
 
Hagamos un poco de memoria. Antes de la existencia de las computadoras, los bancos ya eran grandes compañías que trabajaban conforme a procesos y todos ellos se ejecutaban de forma manual, lo que implicaba alto volumen de mano de obra para operar. En 1955 la banca introdujo la primera digitalización para procesar cheques. Desde entonces han ido creciendo en infraestructura tecnológica en base a servidores centrales para el procesamiento de los datos. En la década de los 90 llegaron los PCs que sirvieron en un inicio de terminales para interactuar con los servidores centrales para ir creciendo en funcionalidades a medida que mejoraban las redes y llegaban los móviles inteligentes. Toda esta digitalización se ha ido enfocando en dar un mayor empoderamiento a los clientes para su comodidad y reducir los costes y tiempos para realizar las operaciones con mínima intervención humana.
 
Hoy en día podemos ver a los bancos como grandes plataformas que proveen de servicios financieros a sus clientes, pero ¿es suficiente la estrategia de digitalizar y automatizar para lo que creemos que viene?
 
Pues según Chris Skinner -uno de los TOP5 influencers fintech y autor de bestsellers como “Digital Bank” y partner de uno de los Fondos Venture Capitals más reconocidos de Londres- el paradigma de la banca está cambiando y en su opinión la banca debe enfocarse en soluciones ‘Banking as a Service’ que no es otra cosa que pagar por el uso que haces de las aplicaciones en lugar de comprarlas. De esta manera los bancos podrán adaptarse más rápidamente y con ayuda de terceros a los nuevos retos y modelos que se están presentando en el siglo XXI.
 
La estrategia que nos marca Skinner es disponer de una infraestructura subyacente como servicio sobre un banco "clásico" con licencia y regulado, un Middleware centralizado que él llama Bank-as-a-Service y conectados a este los servicios bancarios desagregados en un ecosistema de nuevas empresas Fintech y proveedores de servicios.

Si planteamos este enfoque en cualquiera de los bancos tiene una serie de implicaciones que debemos tener en cuenta:

Primeramente, los bancos deben proveer servicios financieros E2E donde los clientes pueden ser del propio banco o de terceros. Esto implicará seguramente un rediseño del ecosistema interno de aplicaciones que posee el banco para presentarlo como una plataforma única la exterior y de cara a resolver la interconectividad con terceros, apoyarnos en las APIs que hoy día ya son un estándar de comunicación y han venido para cambiarlo todo. 

Una API no es otra cosa que una serie de instrucciones sencillas que permiten que dos aplicaciones se comuniquen entre sí. Esto simplifica el trabajo de los desarrolladores ya que pueden reutilizar funciones de terceros sin tener que escribir código desde cero y así enfocar nuestro proyecto en nuestro modelo de negocio o lo que realmente nos dará el valor añadido.
 
Además, debemos disponer de un entorno donde cada player pueda realizar su personalización y ciclo de despliegue-entrega de componentes Software. Utilizando las bondades de la nube podemos aprovechar algunas sinergias.

El cloud banking nos ayuda a escalar sin la restricción de infraestructura que ha habido siempre, aunque por regulación debemos respaldar datos físicamente en un data center controlado. Aquí llega la primera cuestión que debemos hacernos al hablar de cloud que puede implicar solo procesamiento o además volcar los datos de nuestro ecosistema.
 
En cuestión de formatos tendremos varios modelos, desde la nube privada, nube híbrida, nube comunitaria hasta la nube pública, cada uno con sus Pros y sus Contras y que obliga a estrategias diferentes de despliegue. Proveedores de servicios en la nube como Amazon Web Services o Microsoft Azure ya ofrecen bases Platform as a Service para construir-desplegar aplicaciones de una forma rápida y sencilla.
 
 No debemos olvidar que trabajamos bajo un entorno fuertemente regulado, por lo que además de proporcionar servicios amparados en una licencia bancaria debemos cumplir con las normas del juego que están en continua evolución. 

En Europa la regulación aunque va un paso por detrás apoya y regula esta vinculación con terceros o las denominadas empresas Fintech. La esperada PSD2 que ha comenzado hace unos meses o el anterior eIDAS, son marcos regulatorios que incentivan la digitalización de los servicios financieros, pero que además regulan estos modelos de negocio incipientes con el objetivo desagregar el negocio protegiendo al usuario final.
 
Aún queda mucho por hacer y los reguladores europeos y de todo el mundo preparan nuevas versiones de estos marcos y nuevas leyes que vienen a complementar las ya existentes. Sin duda todo un reto también para ellos poder orquestar todo lo que está por llegar.
 
 Por último, debemos contar con los mecanismos de seguridad adecuados y de conformidad con las leyes de protección de datos. Sin duda la ciberseguridad será una de las áreas de mayor transformación. 

No podemos obviar que todo este movimiento fue iniciado por las Fintech o startups financieras y que día a día continúa creciendo fuertemente en todo el mundo, hay cientos de ejemplos de ello y muy diversos los modelos de negocio que vienen a complementar los servicios financieros tradicionales: agregadores/planificadores financieros (Fintonic o Mint), roboadvisor (Indexa), criptomonedas (eToro), procesadores de pagos (Paypal), crowfunding (GoFundMe o KickStarter), etc. y hasta los neobancos como Number 26, Revolut o el español BNext.
 
Y si de un lado tenemos a las startups, del otro tenemos proyectos muy interesantes en el lado de la banca, como es el caso de Solaris Bank, con sede en Berlín, que se anuncia a sí mismo como una "empresa tecnológica con licencia bancaria" y proporciona una plataforma BaaS que permite a las empresas ofrecer servicios financieros totalmente digitales y con etiqueta blanca a sus clientes finales.
 
También tenemos a Fidor Bank que ayuda a las empresas financieras, minoristas y de telecomunicaciones, ofreciendo soluciones financieras marca blanca que cumplen con la regulación Europa.
 
En España, el grupo bancario internacional BBVA ofrece programas BaaS desde 2018 donde terceros pueden acceder a sus APIs y funciones específicas de servicios financieros que incluyen mover dinero, verificación de identidad, creación de cuentas y emisión de tarjetas.
 
 En definitiva, el movimiento Open Banking está proliferando en todo el mundo, creando nuevas oportunidades para los jugadores emergentes y obligando a los bancos heredados a reinventar sus modelos de negocio. Muchos ejecutivos de la industria ya lo ven como una tendencia inevitable y acelerada en los servicios financieros.
 
Si tenéis interés en todos estos temas podéis disponer de mucha más información y actualizaciones en estas webs:

https://www.bank-as-a-service.com/
https://thefinanser.com/
https://www.businessinsider.com
 
David  Ramos
David Ramos

Head of Digital Banking at Babel.

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